Manual de Oftalmología

31 La técnica de inmersión requiere el empleo de cubetillas corneales de contacto (Hanssen o Prager) que se apoyan en la esclera y se llenan de suero fisiológico en el que se sumerge la sonda sin contactar con la superficie ocular creando así una “ventana acústica”. En caso de extrema dificultad para realizar la biometría en un ojo, se puede realizar la biometría del otro ojo y, teniendo en cuenta la historia refractiva del paciente, obtener un cálculo de LIO adecuado. 5.5 Técnicas de Interferometría Óptica (IOL MASTER) Método no invasivo basado en el principio de biometría óptica con interferometría parcialmente coherente (PCI): la tomografía de coherencia óptica. Esta técnica está basada en la proyección de luz infrarroja sobre el globo ocular y la medición de la reflexión de estos haces sobre las distintas superficies oculares. Este doble haz permite eliminar la influencia de los movimientos longitudinales del ojo durante las mediciones, usando la córnea como superficie de referencia. Es una variación de la tomografía de coherencia óptica (OCT) que se emplea para obtener imágenes de las capas retinianas con gran precisión. Tiene las siguientes ventajas respecto a otros biómetros • La técnica de no contacto: evita las distorsiones y errores que pueden producir la depresión corneal de la biometría ultrasónica de contacto. Por ello, también evita el uso de anestesia y la posibilidad de transmitir enfermedades de un enfermo a otro o producir lesiones corneales. • Rápida medición. La longitud axial, el radio de la córnea y la profundidad de la cámara anterior del ojo del paciente son medidas en un único instrumento ahorrando un tiempo valioso. • Elevada precisión, incluso en casos difíciles (estafiloma posterior, ametropía extrema, pseudofaquia, vitrectomía). • La medición no se afecta en midriasis. • No hay que variar la velocidad del haz de luz, siendo válido en pacientes pseudofáquicos. • El instrumento detecta automáticamente el ojo derecho o el izquierdo mientras toma las medidas, por lo que elimina el riesgo de confundir el ojo medido. Se ha calculado que este método puede ser 10 veces más preciso que la medición de la longitud axial por ultrasonido, no sólo por la mayor resolución con la que trabaja sino también por eliminar la posibilidad de compresión corneal que puede producirse por la técnica de contacto corneal. A pesar de ser ideal en el cálculo de los lentes intraoculares multifocales y tóricos, también tiene sus inconvenientes, pues además de su elevado costo, con las primeras versiones de software la luz infrarroja no podía atravesar medios opacos (leucomas corneales, cataratas muy densas, hemorragias vítreas) y, aunque esto ha sido compensado, mientras se prueba su exactitud en estos casos debe utilizarse otro tipo de biómetro ultrasónico. 5.5.1 Fórmulas biométricas Fyodorov fue el primero en publicar, en 1967, una fórmula teórica para calcular el poder de la lente que se debía implantar en el ojo en función de la longitud axial y la queratometría, mientras que considera constante el índice de refracción corneal y la profundidad de la cámara anterior. Surgieron varias fórmulas (Colenbrander, Binkhorst original) bastante parecidas, que por emplear constantes teóricas no consideran el análisis de las medidas clínicas del individuo.

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